Si tu no estás obsesionado por hacer feliz a tu novia o novio, ¡no te cases!
La destrucción de las familias y de los pueblos comienza a partir de los pequeños celos y envidias.
Algunos prefieren lo de “estábamos al borde de un precipicio y hemos dado un paso al frente”; gallardo, pero tan insensato como mortal de necesidad.
Vivimos en una sociedad con vínculos humanos precarios, con grandes carencias y lagunas en la educación afectivo-sexual.
«Explotar a una mujer es destruir la armonía que Dios ha querido dar al mundo»
La servicialidad cristiana consiste en ayudar a los hombres por amor a Dios.
El valor del desprendimiento facilita la capacidad de discernir cuándo un bien es necesario o no.
Los rígidos tienen “miedo” de la libertad que Dios nos da, tienen “miedo del amor”.
Una cosa es la posverdad y otra el ‘¡Pues es verdad!’, que también pasa, cuando se piensan bien las cosas.
La decisión de tomar este compromiso, visible, frente a la sociedad, es muestra de la importancia que le damos.